La investigación sobre interacción humano-ordenador (HCI) se ha llevado a cabo tradicionalmente con usuarios de países de ingresos altos en naciones industrializadas. Sin embargo, existe una necesidad creciente de profundizar la comprensión de las comunidades relativamente desatendidas y su interacción con las tecnologías informáticas. Este es el caso de América Latina (LATAM), una región que tiene un conjunto único de características sociotécnicas y un conjunto único de desafíos y problemas.